Cinco días... cinco días y pisaré tierra española. Viajo sola. Aun no se si con valija, mochila o que, pero quiero viajar cómoda, ya que quiero pasear y recorrer. Primer viaje a tierras lejanas sola. A otro continente. A recorrer, a conocer parte de mis raíces. A conocer parte de mi sangre, esa parte de sangre española que me da placer.
Que espero de este viaje, reírme mucho, conocer mucho, escribir mucho y volver renovada. Encontrarme a mi misma y poder llegar a descubrirme un poco más.
Quiero conocer secretos, rincones y placeres de esa tierra fantástica.
Aun planeando que recorrer y en que orden, donde quedarme y sentirme cómoda... feliz y rezando porque el dinero alcance de pesos a euros.
Por qué ahora, por qué en este momento de mi vida donde muchas cosas aún están sin resolver. Donde quizás no sea el viaje de ensueño que siempre soñé, pero si el viaje que necesito.
Pienso, revuelvo en mi cerebro y ahí está. La imagen de estar en un avión por más de 10 hs., volando sola, con la compañía de buena música y un buen libro. Donde por momentos se que voy a pensar demasiado y por otros voy a intentar callarlo como sea.
A veces uno desea tanto algo, que no importa si no es el viaje soñado, importa que el momento llegó. Ansiedad y por momentos nervios… felicidad extrema y melancolía a la vez. Introspección? Huida? No lo sé. Quizás sea un poco de todo a la vez.
A veces sueño con esos amores de película, esos que se ven con las escenas perfectas por las calles europeas, esos que creo que no existen, aunque en el fondo… muy en el fondo tenga la esperanza de que si y de que en algún lugar de este universo se encuentra el mío. Tantas ganas de amar así y tanto miedo de hacerlo.
No se que me depararán estos días por allá, pero de lo que estoy segura es que necesito estar allá y escribir, escribir mucho. Sacar de adentro mio todo eso que pesa en mi espalda.
